Sunday, November 19, 2006

CUANDO SE ENTRELAZAN AMOR Y AMISTAD

La solidaridad es una actitud hermosa. Los esposos Karl y Martine Schilp son portadores de ese mensaje al frente de un grupo de alemanes, que cada año le regalan su amistad a Cuba.

Ellos no restan esfuerzos a una labor constante y consagrada para traer donaciones en medicamentos, juguetes y recursos escolares para los hospitales y niños cubanos como un aporte de amor y un mensaje de paz para un país al que aman con sus nobles corazones.

Holguín, una ciudad situada al noroeste de la Isla caribeña, es el destino permanente que escogieron para entregar su hermosa carga de solidaridad. Pero antes su primer viaje fue a Varadero, en 1989, una playa hermosa y singular conocida en el mundo entero. El próximo año retornaron con una maleta llena de medicamentos.

Ya 1991 se dieron a la tarea de buscar más y más donaciones a fin de demostrar un cariño especial por los cubanos. Desde entonces no han dejado de venir cada año, solo en éste la urgencia de una operación diagnosticada a Martine imposibilitó que viajaran hasta acá como en otros años.

“Por este motivo nos sentimos muy tristes. La coronación de nuestro trabajo durante un año es la entrega personal de las cajas con los útiles de Salud y escolar. De veras sentimos mucho no estar con nuestros amigos cubanos, pero por esto no nos mantendremos lejos y ya llegará el momento de poder abordar un avión el año que viene y volver a Holguín”, dijo el matrimonio en un correo electrónico enviado a esta periodista.

“El abastecimiento médico no puede ser comprometido por el bloqueo inhumano decretado por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba hace casi cincuenta años . Por eso nosotros ayudamos y realizamos esta acción de asistencia sin ningún interés”, agregaron.

Cada labor solidaria está contenida en un lema que ellos hacen suyo para promover entre los alemanes el conocimiento sobre la Isla, como este del 2006: “Un mundo mejor es posible”, porque ellos creen e insisten en que un gesto puede también alegrar la vida de la humanidad y enriquecerla para hacer perdurar la paz.

El Matrimonio Schilp persiste en mantener esa actitud hermosa. Ya están en Holguín las donaciones de este año 2006, que llegarán a varias escuelas y hospitales de este territorio cubano. Karl y Martine, son uno de esos buenos símbolos que llegan y se quedan en el corazón de la gente.

Sunday, December 25, 2005

¿NIÑOS EXCLUIDOS?

Mildred Legrá Colón/ ¡Ahora!
Termina el 2005 sin que la situación de la infancia en el mundo mejore. Cada vez son más los que son explotados por el trabajo y el sexo. Cada vez aumenta el número de los excluidos sin el elemental derecho a la educación y a la salud.
Continúa siendo triste el panorama a pesar de todas las voces que se inclinan por llamar la atención sobre un asunto intolerable para los pueblos dignos.
Baste decir que 246 millones de infantes en América Latina están obligados a trabajar para llevar el sustento a la familia. Sucede que en muchos hogares de bajos recursos económicos prefieren los hijos en las calles, buscando el pan de cada día para poder subsistir en detrimento del tiempo para el estudio y la recreación infantil.
La pobreza impone a los padres un desafío desigual, tremendo ante el hambre. Las cifras presuponen la desdicha. Unos 73 millones menores de diez años laboran en condiciones peligrosas, entre ellos con químicas y pesticidas en la Agricultura, con tecnologías difíciles o en minas, exponiéndose a sufrir lesiones de alto riesgo, que conllevan, en ocasiones, a la mutación o la muerte que los acecha en cualquier lugar donde el trabajo no es para ellos.
Son conmovedores los datos sobre los que obtienen dinero a cambio de sexo. Ocho millones de niños en el mundo están expuestos a la explotación sexual comercial. Sin ningún espanto hay quienes los someten a actos de violencia física y sexual o a la esclavitud de la servidumbre, en edades cuando debían estar en un aula de estudio.
Por ejemplo en Estados Unidos un país con un alto nivel de desarrollo, unos 400 mil infantes son victimas del aprovechamiento del sexo, pero comprende a México, Costa Rica, Brasil, Puerto Rico y otros países de América Latina. También los más ricos están cayendo en tales aberraciones.
Pero no solo se trata de los explotados por el trabajo o la sexualidad. La UNICEF hace apenas unos días reconoció como invisibles a los pequeños que viven sin protección ante cualquier tipo de actos premeditados de violencia.
Esos niños existen, están ahí, y constan con independencia de las sociedades que miran con indiferencia cómo millones de ellos están excluidos de servicios tan básicos con la educación y la salud.
Más todavía. La información de ese organismo de la ONU confirmó el hecho alarmante de cómo el 55 por ciento de los nacimientos ocurridos en el mundo, con excepción de China y Cuba, no se inscriben en los registros legales.
Constituye una degradación social que 50 millones de recién nacidos crecen en hogares muy pobres sin ninguna identidad. Solo el nombre los distingue desde la cuna, si es que la tienen.
Indiscutiblemente las cifras son frías, asombrosas y escalofriantes, pero es una realidad que ningún gobierno puede mirar de soslayo. Los excluidos son los niños. Los invisibles no son perros de la calle....

Thursday, December 01, 2005

UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE


A Karl y Martine Schilp los conocí una tarde de noviembre del año 2000. Yo estaba recién llegada de una misión periodística en Haití y ellos ya conocían a Holguín, mi amorosa ciudad, desde hacia mucho tiempo.
Entonces me instaron a que les contara sobre ese país y cuáles experiencias periodísticas me habían causado más impacto. Les narré a vuelo de palabras cuántas impresiones tuve de ese viaje y cómo había calado muy hondo el sufrimiento del pueblo haitiano, no solo por la pobreza sino también por las terribles condiciones políticas y económicas que tenían que asumir por obligación.
La pareja alemana ya hacía cinco años que visitaba Cuba para traer amor y solidaridad desde esa tierra tan lejana. Me contaron que cada año hacían el mismo trayecto para trasladar consigo una carga de donaciones consistente en medicamentos de alta calidad, y también juguetes, lápices, libretas y otros artículos que sirvieran para la educación de los niños en círculos infantiles.
Pero lo más emotivo de todo es cómo este matrimonio dedica gran parte de su tiempo libre a comunicarse, mediante un ordenador, con muchos coterráneos, firmas y empresas alemanas, quienes se disponen siempre a ofrecer ayuda inmediatamente. Es un puente sentimental, aparentemente invisible, pero que está ahí como símbolo de la amistad y el cariño de dos pueblos que ninguna barrera los puede separar.
Durante todo un año repiten la misma acción. Y vuela siempre por toda Alemania bajo un lema. En este año en su retorno a Holguín trajeron una carga de donaciones (7.4 toneladas) , valorada en más de trescientos mil Euros. Para el 2006, la convocatoria está hecha: “Un mundo mejor es posible”.
En sus diez años de visita a Cuba, han entregado toneladas de medicamentos, tan importantes como los antibióticos o vitaminas, y otros productos destinados a los hospitales, escuelas y círculos infantiles.
Karl y Martine, representan un matrimonio de iguales ideas y posiciones. Son socialistas y por eso defienden las causas justas. También esto constituye una razón para estar al lado de Cuba. Reconocen que la Educación y la Salud “deben estar al alcance de todos los niños y Cuba es un ejemplo de mantener esa necesidad humana, a pesar del férreo bloqueo norteamericano”, dijeron.
Ahora, cuando volvieron a su país, las acciones permanecen en sus vidas como algo común y necesario. Sus más cercanos colaboradores están atentos a los designios del amor y la solidaridad por Cuba.

Posted by Picasa

Tuesday, November 29, 2005

PLAZA DE HIDALGOS

PLAZA DE HIDALGOS

La gente ahora lo entiende más y comienza a disfrutar a Don Quijote. Aún cuando hace 400 años que Cervantes escribió la primera parte de El ingenioso hidalgo… hay un interés marcado por acercar a la memoria las andanzas de un personaje que con lecciones de honor, procuró cambiar el mundo y crear uno nuevo de justicia y amor.
Por ahí andan las ideas del joven escultor holguinero Silvio Pérez Carralero y de Julio Méndez, pintor y director de la Plaza de la Marqueta en Holguín, tratando de hacer perdurar la figura del Quijote con una obra que marque las huellas del Caballero andante en los caminos del futuro.
Así nació el proyecto que hará esquina en una de las entradas de la ciudad, justamente entre dos arterias principales como son la calle Frexes y Aguilera. La intención describe con belleza la figura del Quijote, que delirante de aventuras emprende la batalla contra los molinos de vientos que el creía gigantes. Su escudero Sancho le advierte el peligro.
Pero Silvio, conjuntamente con los también escultores José César Sánchez, Alberto Rodríguez Rodríguez y el arquitecto Alcides Sainz, tienen ya concebida la maqueta. El parque será una maravilla con sus senderos empedrados, que simularán por donde cabalgó el hidalgo en su andar aventurero.
La vegetación mantendrá su apariencia de años. Allí crece, desde hace mucho tiempo, en el saliente de la intercepción que delimita la salida y entrada de las dos calles hacia dentro y fuera de la ciudad.
Las técnicas empleadas en las esculturas son de cemento directo patinado, y el molino debe ser construido con desechos de chatarra. En cada uno de los bordes de las bases de las luminarias, estarán impresos pasajes de la obra de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y Saavedra, seleccionados por figuras reconocidas de la cultura cubana como María Dolores Ortiz, César López, Pablo Armando y otros poetas y escritores de la localidad.
El molino, símbolo de las dificultades a la que el hombre se tiene que enfrentar en la vida, mide 13 metros hasta las aspas, y la escultura del Don Quijote sobre su caballo Rocinante, contenido por Sancho para prevenirlo del peligro, tiene unos siete metros de altura.
Esta nueva plaza, prevista para construirla antes que finalice el año, es como una promesa a las tantas cosas hermosas que nos llegan del pasado. Es para que el Quijote siga viviendo entre nosotros.

Tuesday, November 22, 2005

ENTRE LOS MUROS DE MI CIUDAD

Mildred Legrá Colón/ ¡Ahora!
A la poetiza holguinera Lourdes González se le ocurrió mucho antes su poema “Si llegaras”. Quizás fue el deseo que se esconde tras cierta pasión de orgullo holguinero. Tal vez es el sentimiento de trascender y ver la ciudad de otra manera.
Si pudieras ver, roja la plaza,
llenarse de cocineros del barro y de la arcilla.
Si vieras cómo tiemblan sus manos
en un horno común,
arena que se cuela en el abrazo
de estos sagrados alfareros,
obreros en el yeso,
simples dioses obreros de este pueblo.
Recordé los versos para encontrar la semejanza que pueda descifrar el prodigio humano que golpea los muros de esta ciudad. La fuerza de los hombres cuando quieren descender al corazón y cambiar las cosas viejas y rotas por otras nuevas.
Abrir las puertas del primer pedazo del Bulevar holguinero, construido en el mismo corazón de la ciudad, es como realizar un sueño de muchos, o deshacer el pesimismo de otros, que, ahora, deslumbrados por la elegancia de la arquitectura, catan las bondades y la belleza.
Es un tramo de calle. Solo eso. Luego vendrán los otros siguiendo un hilo de coincidencias en los espacios por donde el holguinero podrá andar. O sentarse en sus originales bancos, o buscar entre las ofertas un lugarcito donde pueda refrescarse con un helado, un granizado o ingerir un alimento ligero para seguir su andar por la ciudad.
Y los amplios corredores que bordean las plazas se insertarán como secuencia lógica al Bulevar. Necesitarán también la prodigiosidad de las manos laboriosas. La originalidad del pensamiento, y el cuidado persistente de quienes aprovechen sus bondades o las usen bien en ese afán de elevar la espiritualidad del holguinero.
El Bulevar es como una huella, de las tantas que han marcado la ciudad en los últimos tiempos. Los laboriosos constructores hacen historias. Quienes han pensado, insistido y defendido este lugar de paseo o de encuentro circunstancial, han vencido la curiosidad de los escépticos.
Sagrados alfareros que echan a volar sus deseos de hacer. Alfareros también son quienes se embarran de cemento y arena para levantar la obra. Y luego sonríen, henchidos de éxitos, porque le han dado otro destello de vida a la ciudad. Esta ciudad de amores impredecibles y de acogedora luz.


Thursday, November 17, 2005

GESTA SILENCIOSA
Mildred Legrá Colón/ ¡Ahora!
mildred@enet.cu
Fue un día de diciembre del año 1975. No podríamos precisar con exactitud la fecha. Solo acunamos en el recuerdo la partida de un grupo de compañeros hacia Angola.
Entonces sentimos la tristeza por la ausencia de quienes día y noche merodeaban la Redacción del periódico para escribir la nota diaria o buscar algún tema en medio del agitado periodismo de esa época.
Ellos partieron sin avisar. Sin siquiera decir un adiós. Solo un tiempo después supimos que integraban las filas de los más de 300 mil combatientes que acudieron al llamado.
Muchos de los que quedamos en la retaguardia, cubriendo los lugares de los que partieron, nos asaltaba con frecuencia el recuerdo de la última anécdota o la anterior conversación de aquellos colegas tan nuestros que, sin ningún titubeo, se vistieron de verde olivo y ocuparon sus puestos de batalla. En silencio, sin decir ni una palabra, colmaron las formaciones cubanas por la defensa de Angola.
Eran tan jóvenes, entonces, que la gloria y el mérito de participar en aquella guerra tan definitoria para la tranquilidad de un pueblo hermano y un país cercano a Cuba, volvió con su regreso y se quedó para siempre en el corazón de todos los que esperábamos que retornaran con vida.
De ahí la victoria, inequívoca, contundente y tremenda. El adversario surafricano lo sabía y reconoció su derrota ante la pujanza y valor de nuestros combatientes y de las tropas angolanas.
El Ministro de las FAR, lo reafirmó ante el Comandante en Jefe, Fidel Castro, al concluir lo que fue la Operación Carlota: “La gloria y el mérito supremo pertenecen al pueblo cubano, protagonista verdadero de esa epopeya…”
La guerra en Angola terminó y nuestros compañeros regresaron con banderas de victorias. Esos que fueron combatientes leales y voluntarios permanentes de la Patria están ahí para contar la historia.
De cuando partieron no podríamos precisar ni hora ni fecha. Solo el mes y el año. Tampoco el momento del regreso, porque fue tan emotivo, de tanta significación que no hubo tiempo para fijarse en las manecillas del reloj.
Lo único que recordamos es que, aquel día del retorno, las calles de la ciudad perdieron su configuración geográfica por tanto gentío. Venía de todas partes. En las aceras se congregaba una masa compacta e impaciente. Muchos llevaban apretujadas entre las manos pequeñas banderitas cubanas o un pañuelo blanco, como para hacer notar la presencia o saludar al paso de la caravana.
Y llegó en medio de la algarabía, de una lagrima escapada entre nosotros o del orgullo infinito por saberlos hombres de honor y revolucionarios sin tachas. Nuestros colegas estaban allí, victoriosos. Luego vino el abrazo cálido y el beso agradecido por el gesto solidario, la ausencia, la resistencia y la heroicidad.